martes, 22 de abril de 2008

Ojo con la especulación inmobiliaria

Los perdedores del “boom” inmobiliario
editorial staff
11.04.2008 16:30

En España se está sintiendo el pinchazo de la espiral especulativa en el sector inmobiliario. En EEUU la crisis hizo y sigue haciendo estragos. En Panamá todos esperan que más temprano que tarde reviente la burbuja inmobiliaria.Hay quienes dicen que el "boom" de la construcción se detendrá cuando la gente pierda confianza en el sistema. Una posición que se puede cuestionar seriamente. En EEUU el boom mobiliario se vino abajo cuando los préstamos subprime socavaron el mercado y decenas de miles de familias quedaron en la calle. En España se desinfló la demanda y miles de familias se arruinaron.
En Panamá la especulación se basa en la percepción positiva que tienen los inversionistas sobre los enormes gastos públicos que se realizarán próximamente en la ampliación del Canal. El entusiasmo contagió a la ciudad de Panamá que en 2007 autorizó permisos de construcción por más de US$2 mil millones. Todo indica que 2008 va por el mismo camino. La demanda inmobiliaria actual no responde a las necesidades que tiene la gente para comprar una casa donde vivir. Quienes buscan casa no tienen entre US$150 y 250 mil para invertir. Hay apartamentos que aún no se han construido que se venden por más de un millón de dólares. Los apartamentos son comprados y vendidos por especuladores que están apostando a futuro. Es decir, hoy compran por una cantidad y mañana esperan vender por una cantidad mayor.
La fiesta especulativa apuesta a que la ampliación del Canal de Panamá siga atrayendo a muchos inversionistas con fondos que la mayoría de las veces no les pertenecen. Son los promotores o los jugadores de la bolsa que trabajan con fondos mutuos (ahorros de pensión de los trabajadores) de EEUU, España, otros países de Europa y, desde 2006, también de Panamá. (No hacemos mención de los inversionistas que llegan a playas panameñas con fondos obtenidos ilegalmente y buscan un mercado para “lavarlos”).

Los inversionistas no apuestan al desarrollo de un país. Tampoco contribuye al crecimiento de la economía. Los conocedores siguen el ciclo de los precios de la construcción comprando y vendiendo. Con cada ciclo (compra-venta) se embolsan una ganancia. Cuando el ciclo se rompe o termina, el inversionista se queda con algunas propiedades en la mano. Ese es el momento para retirarse del juego y buscar otras actividades rentables. Cuando termine el “boom” los valores inmobiliarios comienzan su camino inverso. En vez de subir de precio, las propiedades comienzan a "depreciarse", es decir, a perder valor. El apartamento que fue vendido en US$250 mil de repente no encuentra compradores y tiene que venderse en sólo la mitad o menos de su valor. El inversionista ya ha hecho sus ganancias y se aleja de la escena del despojo, sin mirar hacia atrás.

Hay tres perdedores:
El primer perdedor es el banquero quien pierde las ganancias extraordinarias que esperaba obtener del “boom” especulativo. El banquero trabaja con fondos mutuos tomadas de los ahorros de los trabajadores o con bonos emitidos por algún gobierno. A pesar de todo el sistema bancario sigue ganando según la tasa normal.
Los segundos perdedores son los millones de trabajadores del mundo entero que pierden sus pensiones en la jugada especulativa de los inversionistas y banqueros. También desaparecen los ahorros de quienes compraron bonos emitidos por algún gobierno. La fiesta (y todos los platos rotos) la pagan los trabajadores.
Hay un tercer perdedor que en cantidad son menos. Son las familias que compraron una vivienda haciendo sacrificios (pagando la primera letra y pagos mensuales) por una cantidad determinada. Cuando se interrumpe el “boom”, las familias descubren que su propiedad ha perdido gran parte de su valor. En Panamá hay muchas familias que han sido absorbidas por el boom de la construcción. Tienen ahorros y deciden subirse al carro del mercado inmobiliario comprando un apartamento. Creen equivocadamente que además de comprar una casa, también están haciendo una buena inversión. Creen que al aumentar el valor de la propiedad están ganando en el mercado.Esta es una apuesta perdedora y peligrosa en la medida en que el ciclo especulativo tiene su período de vida definido. Prueba de ello EEUU, España y otros países. ¿Tendrá el boom de la construcción en Panamá la misma duranción que la ampliación del Canal? ¿Hasta el 2012? ¿O será menos? ¿Hasta el 2009? ¿O será hasta el 2015?

A los inversionistas que especulan en el mercado inmobiliario les es indiferente cuanto tiempo dura el boom. Cuando colapsa el mercado, el inversionista no mira hacia atrás, sigue caminando con su ganancia en las manos. Los perdedores son los trabajadores que ven desaparecer los fondos de sus pensiones, la familia frustrada que pierde su vivienda y el desarrollo del país. ¿Hay un responsable? Claro que sí. El gobierno que se pone al servicio y en la planta de los especuladores, redactando y aprobando las leyes que les permite corromper a funcionarios y apropiarse de los ahorros de varias generaciones.

Marco A. Gandásegui, hijo, es docente de de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) Justo Arosemena.
ALAI, América Latina en Movimiento

Día mundial de La Tierra, nuestro hogar común.

ALAI, América Latina en Movimiento2008-04-18

Los efectos del cambio climático.
Aníbal Martínez

El cambio es una constante universal; sucede permanentemente en el cosmos, en los planetas, en la evolución de la vida como manifestación de la interacción de la materia y la energía, en la propia evolución de la especie humana, de su conciencia individual y colectiva; y, por lo tanto no debe sorprendernos el cambio del clima a nivel mundial y local.
El calentamiento global se inició hace unos 11,000 años, desde que se inventó la agricultura en la Mesopotamia y China.Lo que si debe preocupar es la magnitud y velocidad de los cambios en relación a un proceso normal de transiciones atmosféricas y geofísicas que permiten una adaptación gradual de las diferentes formas de vida existentes en el planeta. Especialmente porque dichos cambios vertiginosos son provocados por la actividad humana, fundamentada en principios de competitividad y una mala interpretación del principio darwiniano, de la selección del más apto o el más fuerte, idealizada por la ideología neoliberal o de libre comercio.
Esta ideología es la responsable del mal uso que la humanidad ha hecho de los descubrimientos científicos y la aplicación de los productos de la tecnología, afectando negativamente el uso, manejo y conservación de los recursos naturales del planeta, incidiendo en la distribución no equitativa de las riquezas que generan dichos recursos y el trabajo colectivo, privilegiando el capital e ignorando que todos y cada uno de los integrantes de la especie humana somos producto de las probabilidades de expresión del genoma humano y por lo tanto cada uno indispensables para la sobrevivencia y evolución de la especie.
Por fin la preocupación del cambio climático ha llegado a todos los sectores, por los efectos dramáticos que se están observando y afectan diversas actividades humanas; que se suman al escenario humano de: Pobreza extrema de amplios sectores en varias regiones del mundo, que pueden constituir focos de inestabilidad mundial. Relativa soberanía de los Estados ante un proceso de Globalización, que ha generado un Sistema-mundo, sin autoridad y reglas globales para el desarrollo integral. Dominio, expansión e incertidumbre del conocimiento (biotecnología, bioinformática, tecnología cuántica, tecnología de información y comunicación) . Visualización de cambios anivel mundial, provocados por la crisis del petróleo y Establecimiento de redes, de diversos orígenes y con diversos objetivos y fines, incluyendo las redes de maras, narcotráfico y bandas criminales.Los cambios climáticos, independientes de las causales humanas (expansión demográfica, procesos productivos, hábitos de consumo, mal uso y manejo de los recursos naturales, manejo de residuos, etc. ) y los efectos atmosféricos y geofísicos (descongelamiento de los polos, elevación del nivel del mar, alteración de temperaturas y ciclos hídricos locales y globales), tendrá efectos trascendentales en la vida humana: sequías que pueden ser causales de grandes hambrunas, tormentas e inundaciones de magnitudes enormes que podrán causar grandes desastres, nuevas cepas mutantes de microorganismos causales de enfermedades, consideradas erradicadas, alteración de la biodiversidad y patrones de producción, alteración de los patrones de consumo, reformas estructurales en los sistemas políticos y económicos de los países que permitirán nuevas relaciones y acondicionamientos geopolíticos en el mundo; o en el peor de los casos, podrían ocasionar nuevos conflictos mundiales, si la primacía del capital no cede su valor ante el trabajo colectivo.
¿Cómo podemos enfrentar este desafío cada uno de nosotros y la especie, en forma colectiva y global?
A nivel individual: es necesario y urgente cambiar nuestros hábitos de consumo y uso de los recursos, indispensable adoptar la cultura del reciclaje en todos los órdenes de la rutina cotidiana. La clave es ahorrar lo más que podamos en el uso de la energía, así como un uso racional del agua y los bosques.
A nivel de empresas: Aplicar planes de ahorro de energía, innovar procesos de producción más eficientes y superar la tradicional y universal jornada laboral de ocho horas, alternando turnos y adoptar la idea de semana corrida, sin paros generales sábados y domingos.
A nivel de gobiernos locales: Apostarle a proyectos locales de generación de energía, a partir de fuentes renovables y limpias, tales como la solar, la eólica. Organizar la recolección de desechos orgánicos y su uso para la generación de biocombustible, así como también coordinar el reciclaje de desechos sólidos, tales como plástico, metal, vidrio y papel-cartón. Reglamentar objetivamente el funcionamiento de automotores y maquinaria industrial, para minimizar la emisión de gases que contaminan el ambiente.
A nivel mundial: Implementar el Plan para estabilizar las emisiones de carbono. Ante la posibilidad de aumentar la fuente de carbón, por la crisis del petróleo, es necesario reglamentar la obligación para las empresas extractoras de carbón, de implementar la tecnología de Captura y Almacenaje del Dióxido de Carbono, que se libera al convertir el carbón en energía útil.
Para prever los efectos del calentamiento global sobre la salud humana y la seguridad alimentaria, las Naciones Unidas y los países más ricos, especialmente los que basan una buena parte de su economía en la industria de la guerra, deben valorar el patrimonio genético de la especie humana, enfrentar las prácticas del terrorismo buscando las profundas e históricas causas de la misma, para destinar muchos recursos económicos a los programas integrales de seguridad alimentaria y la prevención y mitigación de desastres que posiblemente podrán suceder.-
Aníbal Martínez es Ing. Agrónomo. S.G. CSUCA.http://alainet.org/active/23617
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