jueves, 13 de marzo de 2008

DEFENSA DE LA TIERRA DESDE LA COMUNIDAD

Defensa de la Tierra desde la comunidad
Sara Sariol Sosa
CAMPECHUELA.— Félix Pedro Guillén no tiene formación académica y probablemente no pueda disertar con términos científicos sobre el calentamiento global o sobre cómo intervienen el dióxido de carbono, de azufre u otras sustancias que emiten las chimeneas de las industrias en la contaminación de la atmósfera.
Félix Pedro Guillén lleva 30 años como delegado del Poder Popular y toda la vida en defensa del entorno en que vive.
Sin embargo, ha logrado inculcarles a sus electores de la circunscripción 11 del Poder Popular, en ese municipio del litoral granmense, la máxima de que el futuro del hombre depende de que le demos un futuro a la naturaleza.
Su influencia en ese sentido comenzó tres décadas atrás, cuando fue elegido por primera vez delegado de la demarcación, responsabilidad en la cual aún se desempeña.
A este barrio —recuerda— todos lo conocían como el Callejón de los Perros, entre otras razones por su zanja putrefacta, no había agua, escaseaban los árboles por el suelo lajoso, siempre estaba muy sucio y albergábamos al vertedero municipal.
El cambio partió de un proyecto de urbanización para el cual el Gobierno local asignó los recursos materiales, agrega, pero las labores constructivas las hicieron íntegramente los vecinos, desde el primero hasta el último tramo de acera.
Parque comunitario Rosa Elena Simeón.
Y prosigue: Ese fue el escalón inicial, luego hicimos jardines excavando en la laja y echando tierra con fertilizante, a esa siguieron otras acciones con participación desde los más viejos hasta los más pequeños, hasta lograr en el barrio una cultura medioambiental fuerte.
AVALES PARA UNA PRIMICIA
La circunscripción de Guillén está enclavada en la comunidad semiurbana Marcial Jiménez, y se convirtió en el 2007 en la primera de Cuba en lograr el Premio Nacional de Medio Ambiente.
En el camino a tal reconocimiento fue imprescindible el apoyo de Elio Suárez, especialista de esa actividad en el Poder Popular municipal y a quien le tocó enseñar cómo es posible llevar al hogar la gestión ambiental mediante el ahorro de energía, mejoramiento de la calidad del agua, control de la generación de residuos y el reciclaje de estos previa clasificación, entre otras acciones.
Los vecinos, por su parte, se integraron en 16 comisiones de trabajo, una para cada objetivo planteado y otros como la eliminación de salideros con recursos propios, la reforestación, saneamiento urbano, el cuidado de la fauna y la flora...
Ese quehacer colectivo pudo superar en resultados las experiencias de otras comunidades porque partió de asumir con profundidad la dinámica de la interrelación individuo-medio, y ver la calidad de vida como concepto multidisciplinario que expresa un vínculo ineludible entre la salud humana y la necesidad de una educación ambiental con proyección social y comunitaria, y entre esta última y las condiciones de vida a alcanzar por cada persona.
Las calles sobresalen por su limpieza.
Por eso —justifica Dulce María Figueredo, presidenta del Consejo Popular Campechuela 1—, en el barrio también acciona una comisión para atender a los de la tercera edad y los casos sociales y ayudarlos a resolver sus problemas. Ejemplo de ello es la brigada de vecinos constructores que se encarga voluntariamente de construir cisternas (400 terminadas), levantar las casas (utilizan mucho la técnica del mampuesto) o poner los techos cuando a los más necesitados les son asignados los materiales.
"Aquí —agregó— nadie quema la basura, los niños no cazan los pajaritos ni matan las lagartijas, e incluso han disminuido a cuatro los más de 80 casos de alcoholismo que presentaban, una labor requerida de mucho tiempo y comprensión y que en muy pocos lugares se convierte en una tarea de masas."
A esos resultados, la comunidad Marcial Jiménez suma la siembra y supervivencia de 6 227 árboles maderables y frutales en 412 viviendas; habilitación de seis viveros de plantas ornamentales; la entrega a huertos cercanos de 140 toneladas de materia orgánica, logradas a partir del tratamiento en todos los patios de los desechos sólidos degradables y la excreta de animales domésticos.
En uno de los sitios otrora más sucios del barrio (vanguardia en recuperación de materias primas y por 20 años centenario en donaciones de sangre), está erigido hoy un pequeño parque que honra con su nombre a Rosa Elena Simeón, donde los campechueleros iban antes a verter basura, se empina ahora la mitad de un centenar de plantas con que contará el parque ecológico.
La clave de tantas realizaciones es la integración. Por eso, Ermelina Blanco y Antonio Méndez Carrillo no recuerdan exactamente en cuál grupo de trabajo comunitario fueron incluidos, "porque aquí cuando hay cualquier tarea la hacemos entre todos".
CRUZAR LAS FRONTERAS
El 2008 ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas, Año Internacional del Planeta Tierra, una convocatoria que incrementará la conciencia sobre la importancia de mejorar las condiciones ambientales.
Tal propósito no se consigue solo con el tratamiento residual de las grandes y pequeñas industrias, ni con programas estatales para la conservación o aprovechamiento ordenado de los recursos naturales y el medio ambiente.
Es preciso —así lo pretende nuestro país— involucrar en la gestión a cada habitante. De ahí que la comunidad Marcial Jiménez haya sido invitada a exponer su experiencia de trabajo en esta y otras provincias cubanas. Quienes apuesten por ese ejemplo estarán asegurando el futuro de sus hijos.


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